2025 podría resultar uno de los años más transformadores registrados para la economía espacial.
Autor Chad Anderson
NOTA ORIGINAL PUBLUCADA EN IDIOMA INGLÉS EN EL PORTAL WEB Yahoo!finance https://finance.yahoo.com/news/live/stock-market-today-sp-500-eyes-fresh-record-as-wall-street-shrugs-off-trumps-tariff-threat-190707507.html
Entre los estrechos vínculos de Elon Musk con el presidente entrante , una nueva administración que se espera que sea fuertemente pro-crecimiento y anti-regulación, y el surgimiento de Starship, un cohete rápidamente reutilizable que sacudirá todos los supuestos del acceso a la órbita, estamos al borde de cambios significativos que aceleran el crecimiento de la economía espacial.
Estos cambios futuros tienen sus pros y sus contras. Por un lado, una administración más favorable al crecimiento reducirá y simplificará la abundancia de regulaciones federales y locales que obstaculizan los nuevos lanzamientos y desarrollos y aumentan los costos para las empresas. También podría conducir a una privatización aún mayor de las operaciones espaciales estadounidenses y a un mayor apoyo financiero federal para las empresas espaciales que desarrollan tecnologías de doble uso. Por otro lado, una fuerte desregulación podría priorizar el crecimiento por sobre las protecciones ambientales. También podría plantear desafíos al sector de observación de la Tierra y otras tecnologías de monitoreo climático.
Otra pregunta clave es hasta qué punto SpaceX ganará protagonismo en los próximos cuatro años. La empresa ya es la principal protagonista en materia de lanzamientos (la economía espacial moderna ni siquiera existiría sin el Falcon 9), así que ¿serán sus pocos competidores lo suficientemente innovadores y estratégicos como para seguir el ritmo del importante crecimiento que se avecina?
Los estrechos vínculos de Musk con el presidente electo son sólo una parte de la ecuación. La llegada de Starship tendrá un impacto monumental en la economía espacial al acelerar el crecimiento en los mercados existentes, posibilitar industrias completamente nuevas y dejar obsoletas las infraestructuras existentes.
De cara al futuro, aquí presentamos 10 predicciones para los mercados de capital espacial en 2025.
1. Los próximos cuatro años
Bajo la nueva administración, se espera un enfoque aún mayor en la promoción de la economía espacial y en la integración del espacio comercial en los programas gubernamentales. Dado el papel de Musk en la administración y como uno de los mayores donantes de la campaña, SpaceX será el mayor beneficiario, pero otros también se beneficiarán, sobre todo de un régimen regulatorio laxo para las nuevas actividades espaciales supervisadas por el Departamento de Comercio.
2. Starship se pone en línea
Starship alcanzará la órbita y comenzará a realizar vuelos operativos en la primera mitad de 2025, transportando satélites Starlink V2. Con su programa de pruebas en rápida aceleración que alcanzará una cadencia de lanzamiento casi mensual en 2024, Starship duplicará su ritmo de vuelo en 2025, con la ayuda de una menor resistencia regulatoria por parte de la FAA, sobre la que Musk tendrá influencia en su nuevo papel como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, o DOGE.
Este vehículo marcará el comienzo de la siguiente fase de la economía espacial al reducir significativamente el costo y la complejidad de las misiones de carga útil, abrir la puerta a misiones tripuladas a la Luna y Marte, así como al desarrollo lunar, y preparar el escenario para industrias emergentes que van desde hábitats orbitales y plataformas de fabricación hasta viajes de punto a punto y turismo de estadías prolongadas en órbita y más allá.
3. Marte o la ruina
Se espera una aceleración de los planes para un aterrizaje tripulado en Marte utilizando principalmente la arquitectura de SpaceX/Starship, a diferencia de la arquitectura más complicada dirigida por la NASA para Artemis. Es probable que el apoyo a Artemis continúe, pero estará acompañado de una importante revisión y reconsideración de la arquitectura.
Por ejemplo, una cantidad significativa de programas importantes, como SLS, Orion y ML2, superan el presupuesto, están retrasados o tienen problemas de otro tipo. Sin embargo, cualquier cambio en SLS probablemente causaría dolores de cabeza a nivel nacional, en particular en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales en Huntsville, Alabama, que sustenta 24.000 puestos de trabajo y administra el programa SLS. Además, el Gateway fue diseñado para dar cabida a la colaboración internacional en el programa Artemis, pero con un enfoque de «América primero», y este enfoque podría encontrar menos apoyo.
4. Más competencia para SpaceX pese a tener línea directa con la Casa Blanca
Aunque SpaceX tiene una posición dominante en lanzamientos e Internet satelital, en 2025 surgirá competencia de varios actores clave. El Proyecto Kuiper de Amazon ( AMZN ) comenzará a operar el próximo año, lo que representa la mayor amenaza para el dominio del mercado de Starlink. La conectividad directa al dispositivo estará disponible en 2025, con Starlink V2 y Apple ( AAPL ) trabajando para mejorar las comunicaciones basadas en el espacio para iPhones con una inversión de $1.7 mil millones en GlobalStar y AST SpaceMobile para socios de telecomunicaciones como AT&T ( T ) y Verizon ( VZ ).
Starlink también se enfrentará a una mayor competencia global por parte de la constelación china G60/Thousand Sails, cuya primera fase se lanzará en 2025. El año que viene también se pondrán en marcha nuevos vehículos de lanzamiento, entre ellos el Neutron de Rocket Lab ( RKLB ) y el New Glenn de Blue Origin. Estos supondrán un desafío directo para el Falcon 9 y el Falcon Heavy, aunque Starship está preparada para cambiar de rumbo y superarlos.
5. Superioridad espacial
Las tensiones geopolíticas siguen impulsando un aumento del gasto de defensa de Estados Unidos, con beneficios para la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF), que se acelerará bajo la nueva administración. Esperamos que esto se refleje más claramente en los sistemas de posicionamiento global resilientes (R-GPS) y en los sistemas de posicionamiento, navegación y cronometraje alternativos (AltPNT), a medida que continúan los conflictos y el sistema chino BeiDou sigue desplazando al GPS en los países alineados.
A través de Starshield, la USSF dependerá cada vez más de SpaceX para misiones de seguridad nacional en ámbitos como GPS, inteligencia geoespacial, comunicaciones satelitales (SatCom), conocimiento del dominio espacial, transporte espacial y más. El establecimiento de una Guardia Nacional Espacial es inevitable bajo la nueva administración y ampliará aún más las alianzas público-comerciales y las integraciones tecnológicas.
6. Los gobernantes se adaptan al nuevo orden mundial
En 2025, Boeing ( BA ) y Airbus ( AIR.PA ) venderán sus negocios espaciales tras no poder seguir el ritmo del cambio. Estas desinversiones por parte de contratistas gubernamentales arraigados marcan un momento crucial en la economía espacial, ya que cambian el panorama competitivo, establecen un nuevo sistema de intermediarios de poder y crean nuevas oportunidades y riesgos en las capacidades ampliadas del gobierno en el espacio.
Mientras tanto, se espera una aceleración en las fusiones y adquisiciones de SatCom a medida que los principales operadores tradicionales, como SES ( SES ) e Intelsat (combinados en 2024), DirectTV y Dish (2024), Viasat e Inmarsat (2023), Eutelsat y OneWeb (2023), presionan por una mayor consolidación para competir mejor con Starlink y otros nuevos participantes en la órbita satelital no geoestacionaria (NGSO).
7. Conectando los mundos digitales y físicos
Durante el próximo año, la inteligencia artificial seguirá transformando las capacidades en toda la economía espacial, pero será más frecuente en la “inteligencia espacial”, ya que facilita la integración de datos geoespaciales en las grandes tecnologías.
La exitosa integración de MapBox con la búsqueda ChatGPT de OpenAI es solo un ejemplo temprano de las posibilidades que se están desarrollando en este mercado. World Labs, fundada por el pionero de la IA Fei-Fei Li, ha recaudado 230 millones de dólares para desarrollar modelos de mundos grandes (LWM) espacialmente inteligentes que puedan comprender y razonar sobre el mundo 3D a partir de imágenes y otras modalidades.
Las empresas ya están en una carrera para automatizar sistemas que permitan la proliferación de arquitecturas, y la IA es la única solución real para el cuello de botella. Se espera que estos esfuerzos se aceleren drásticamente en 2025, en particular debido al mayor apoyo federal a las grandes empresas tecnológicas y a la innovación en IA, ya que la próxima administración busca aumentar su ventaja sobre China.
8. La coordinación del tráfico orbital pasa de ser electiva a esencial
Si bien China ha lanzado muchos cohetes hasta la fecha, todavía representa solo un pequeño porcentaje de la masa global total en órbita. Se espera que eso cambie en 2025, cuando comiencen a lanzarse en serio megaconstelaciones chinas como G60, Geely y otras. El crecimiento exponencial de los satélites en órbita (actualmente más rápido que la Ley de Moore) obligará a hablar de coordinación a pesar de las tensiones geopolíticas.
Debido a las restricciones del gobierno de Estados Unidos a la colaboración directa con China, estos esfuerzos estarán liderados por la industria privada. Esto creará una nueva ola de privatización en la coordinación del tráfico espacial y existe una gran probabilidad de que el programa del Sistema de Coordinación de Tráfico Espacial (TraCSS) del Departamento de Comercio sea cancelado o reestructurado significativamente para enfatizar los datos comerciales.
9. Clima político
Bajo la próxima administración, Estados Unidos está a punto de dar un giro radical en su política climática, lo que tendrá efectos negativos sobre ciertas protecciones ambientales y nuevos esfuerzos de las empresas de inteligencia geoespacial (GEOINT) para mejorar el monitoreo y las soluciones climáticas.
Los mayores riesgos para la industria GEOINT son una reducción en la financiación federal y en programas específicos, como el Sistema de Observación de la Tierra (EOS) de la NASA y los programas de Modelado, Análisis, Predicciones y Proyecciones (MAPP) de la NOAA, así como un desafío general (y quizás el desmantelamiento) de los incentivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) para las empresas y los inversores.
Al mismo tiempo, los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, las inundaciones y los incendios forestales, serán cada vez más frecuentes, lo que afectará a más personas y ejercerá una mayor presión sobre los mercados de seguros. El capital privado tendrá que intensificar sus esfuerzos para seguir financiando proyectos de transición energética y climáticos, como MethaneSAT y FireSAT, en un esfuerzo por llenar el vacío que dejarán los recortes en los programas de cambio climático y de observación civil de la Tierra por parte de la nueva administración.
10. Estaciones de juego
Quienquiera que compre el negocio de operaciones de la Estación Espacial Internacional (ISS) de Boeing seguirá presionando para extender la ISS más allá de 2030. Mientras tanto, Vast lanzará su estación Haven en 2025, lo que ofrecería una opción de salida para un programa gubernamental que no cuenta con los fondos suficientes y que no es deseado. La administración actual ya ha estado repensando su Programa de Desarrollo de la Órbita Terrestre Baja Comercial (CLD), y es probable que ese escepticismo se intensifique en la próxima administración.
La realidad es que las estaciones espaciales son extremadamente costosas y difíciles de mantener, y Starship ofrece una alternativa eficaz que cumple con varios requisitos clave: es menos costosa, más fácil y rápida de lanzar y poner en funcionamiento, y se pueden tener múltiples estaciones por menos del costo actual de una ISS. Entre la practicidad de Starship y la influencia de Musk en la Casa Blanca, existe una gran posibilidad de que las estaciones espaciales se conviertan en otro dominio de SpaceX.
Si bien en la última década se ha producido un progreso notable en la economía espacial, en los próximos cuatro años se experimentarán muchos cambios drásticos, empezando por una rápida eliminación de los titulares y nuevas prioridades políticas en 2025.
La economía espacial está preparada para un aumento en el crecimiento y el desarrollo que será impulsado por la desregulación y el mayor gasto de defensa de Estados Unidos, pero los efectos disruptivos de Starship, así como la creciente influencia de SpaceX sobre la política federal, tendrán impactos de largo alcance en muchas industrias espaciales.
Sobre la Nata: Esta nota fue publicada inicialmente en idioma inglés y traducida por medio de la IA Copilot. Fue publicada en el portal web de yahoo!finance el día Sábado 23 de noviembre de 2024 a las 11:00 GMT-4. Fue replicada por esta editorial el día 26 de noviembre de 2024. Todos los créditos pertenecen a sus autores. Con esta nota no se comerciliza ni se persive ningún tipoi de ingresos. Esta nota es republicada debido a la relevancia de su contenido.
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Sobre el Autor: Chad Anderson es el fundador y socio gerente de Space Capital, donde ha sido pionero en la inversión en la economía espacial durante más de una década. Es inversor en SpaceX, junto con docenas de otras empresas espaciales, y también es el autor de «The Space Economy», publicado por Wiley. Entre 2019 y 2022, Anderson informó periódicamente a la Casa Blanca sobre la actividad de las empresas emergentes y las tendencias de inversión en la economía espacial. Esa información ha sido citada por el vicepresidente de los Estados Unidos en el Consejo Nacional del Espacio y el secretario de Comercio. Tiene un MBA de la Universidad de Oxford.